Todos necesitamos desesperadamente el amor de Dios

Metropolitano Antonio de Surozh

 

No somos una multitud gloriosa ni ilustre, sino un grupo más bien necesitado, extenuado, con el alma en harapos.

San Isaac el Sirio dice que la Iglesia en este mundo no es una simple congregación de santos, sino una multitud de pecadores que se arrepienten. Somos una muchedumbre, un conglomerado aún en formación, pero seguimos siendo pecadores. La diferencia entre nosotros y los demás consiste en que nosotros sabemos esto y tenemos una urgente necesidad del amor de Dios y de la misericordia de los demás. No somos una multitud gloriosa ni ilustre, sino un grupo más bien necesitado, extenuado, con el alma en harapos.

Y estamos en la Iglesia porque necesitamos ser salvados, porque reconocemos que estamos perdidos y que nuestra única esperanza de redención está en Dios y en los demás, en ese Dios que buscó, salvó y devolvió al redil a aquella oveja perdida.

Fuente: Doxología.org
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