Reportaje del Portal “Politika” de Serbia, al recientemente ordenado Obispo de Dioclea Monseñor Kirilo. ​Las matemáticas me enseñaron mucho acerca de Dios

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“Casi todos los grandes científicos eran religiosos –
es suficiente mencionar sólo a Newton, Leibniz, Godel, Einstein, Tesla”

Uno de los dos nuevos obispos de la Iglesia Ortodoxa Serbia, Vicario Obispo de Dioclea, Monseñor Kirilo, sustituyó la cátedra universitaria por la sotana monástica. Trabajaba como asistente en la Facultad de Ciencias en el año 2000, cuando decidió convertirse en monje y entró como principiante al monasterio de Cetinje. La semana pasada en la Catedral Ortodoxa en Podgorica, el maestro de la ciencia matemática fue entronizado formalmente como Obispo de la Iglesia Ortodoxa Serbia.La conversación con él la empezamos con una pregunta personal – por qué decidió dejar la función de profesor asistente en la universidad y elegir la vida monástica.“Muchas de las cuestiones  relacionadas con las decisiones claves en nuestras vidas, siempre seguirán siendo un secreto, incluso para nosotros mismos. Sin duda, fueron tanto la crianza cristiana ortodoxa de mis padres, como las oraciones de San Basilio de Ostrog, las palabras del Metropolita Amfilohije y las lecciones de otros sacerdotes de la Iglesia Ortodoxa, lo que más me influyó. También, me han influido los Santuarios actuales de Rusia, Ucrania y el Monte Athos. Creo que estaba buscando una manera de traer un sacrificio ante Dios por nuestra nación, la cual en aquél entonces sufría muchísimo en la República Srpska y en Kosovo” – dijo en una entrevista para “Politika”, el Vicario Obispo de Dioclea, Kirilo.

¿Cuánto está presente la matemática hoy día en su vida y cuáles eran los campos científicos a los que se dedicaba cuando Ud. estaba trabajando en la universidad?No salí del mundo y de la matemática por una cierta decepción. Me encantó dicha ciencia y estaba teniendo bastante éxito. Terminé la Facultad de Ciencias en Podgorica y luego la Maestría en geometría diferencial y topología en la Universidad de Belgrado. Después, hice la especialización en residencia en la Universidad Estatal Lomonósov de Moscú. Puedo decir que la matemática, a mí como estudiante joven, me enseñó mucho acerca de Dios, ya que el conocimiento de Dios contiene todas las ciencias naturales positivas y las demás ciencias también. Algunas de estas reflexiones las incluí en mi tesis doctoral sobre San Pedro II Petrovic Njegos en la Academia Espiritual de Moscú. Actualmente, no tengo tiempo para dedicarme a la matemática más activamente, pero siempre trato de leer las novedades en este campo.

A menudo se habla de un cierto antagonismo entre la ciencia y la religión, y tal vez a alguno le resultara extraño que un matemático se haya transformado en un Obispo. Sin embargo, ¿parece que los que hablan acerca de los conflictos entre la ciencia y la religión son por lo general del ámbito de las ciencias sociales, en lugar de las ciencias naturales?

Creo que no hay espacio para sorpresas, porque casi todos los grandes matemáticos y científicos eran religiosos. Es suficiente mencionar a Newton, Leibniz, Godel, Einstein, Tesla. Por otro lado, el conocimiento matemático se transformó en teología, por ejemplo, en el caso del Beato Agustín, San Basilio el Grande, el Nuevo Mártir Pavel Florensky y otros. Es decir, cuando hablamos de las matemáticas, fuera de sus fórmulas y teoremas, utilizando el lenguaje descriptivo, es necesario evitar dos extremos: El primer extremo es la mistificación de las matemáticas, es decir, percibir matemáticas como un conocimiento sagrado. Esto lo encontramos parcialmente con algunos seminaristas. El otro extremo es banalizar los conocimientos matemáticos. También existen ejemplos de este tipo. Según la evaluación de mis profesores de la Academia de Moscú, logré evitar estos extremos. Las matemáticas son, al igual que cualquier otro lenguaje, un lenguaje universal para describir las cosas y los fenómenos en la naturaleza, por lo cual las matemáticas me fascinaron ciertamente por el hecho de que sus fórmulas son parecidas a la poesía. De alguna manera se separan de esta realidad, y a mí también siempre me hacen recordar a ciertas leyes espirituales. En particular, me encantaron porque sus leyes son verdaderas e inmutables, y no son como una doctrina política que hoy es una y mañana otra. En esto, las matemáticas son parecidas a la teología. Esto es lo que las matemáticas y la teología tienen en común.

Usted fue asistente en la Facultad de Ciencias y también profesor y educador en el Seminario Teológico de Cetinje. Tiene, por lo tanto, la experiencia pedagógica. ¿Qué es lo más valioso que ha aprendido de los estudiantes y seminaristas jóvenes?

Sí, he aprendido mucho de los profesores y estudiantes de Teología en Cetinje y de la Facultad de Ciencias. En primer lugar, sobre el sufrimiento, el perdón y el amor. Un Santo dijo que era mejor que los estudiantes te amen, en vez de que te tengan miedo, y me esforcé para que fuese así.

¿Cuán diferente es la educación y crianza de los jóvenes seminaristas en comparación con lo que puedan recibir otros jóvenes en un colegio secundario, por ejemplo? (cabe aclarar que en el Seminario de Cetinje cuenta con el Programa de nivel del Colegio Secundario)

En todas las ramas de la ciencia o de la vida social, así como en la Iglesia, existen colegios especializados. Lo mismo ocurre con la policía y el ejército. Por lo tanto, el Seminario es una escuela especializada que forma a los futuros sacerdotes. La diferencia en comparación con las otras escuelas es que los Secundarios laicos requieren de un cierto conocimiento y determinado nivel de comportamiento disciplinario. En cambio, el Seminario y la doctrina teológica en general, requieren un cambio completo en el ser humano: tanto en el sentido espiritual, a través del conocimiento, la oración y la ascesis, como  en el sentido físico, a través del ayuno y el ascetismo. Pero por sobre todo, requiere de la fe, sin la cual, según las palabras del Santo Apóstol Pablo, no se puede agradar a Dios. Por supuesto, esta formación no es forzada, sino más bien se basa en la libre voluntad de los estudiantes.

¿Cuáles serán sus responsabilidades ahora que Ud. es Obispo Vicario de Dioclea?

De acuerdo con el Patriarca Irinej y mi superior el Arzobispo Monseñor Amfilohije, a quien sirvo como vicario, continuaré con el trabajo en la Diócesis de Buenos Aires, Sur y Centroamérica de la Iglesia Ortodoxa Serbia.

¿Nos puede decir algo acerca de la organización de la vida de la Iglesia en una de las diócesis más jóvenes de la Iglesia Ortodoxa Serbia, la de Buenos Aires, donde Ud. fue nombrado como Vicario Administrador en 2014? ¿Cuántos serbios viven en el territorio de esta Diócesis, y qué importante es para ellos una presencia organizada de la Iglesia Ortodoxa Serbia en las regiones que habitan?

Hay muchas personas de nuestro origen en América del Sur y Central que provienen de Serbia, Montenegro, Bosnia y Herzegovina, Croacia, Macedonia, y cuyas raíces son ortodoxas. Es difícil estimar su número ya que se dispersan a través de estas vastas extensiones. Supongamos que se trata de decenas de miles de personas. Esto ha llevado al Arzobispo Amfilohije, con la bendición de nuestra Iglesia, a ir a estas regiones y buscar “las ovejas perdidas de la casa de Israel”. Yo accedí a ayudarle en esto.

Nuestra Iglesia en su historia de la posguerra no pudo satisfacer las necesidades de su pueblo en la patria, y mucho menos hacer frente a las necesidades en el extranjero. A menudo menciono el hecho de que en el Puente Zidani en Eslovenia, fueron asesinados por las autoridades comunistas, más de un centenar de sacerdotes de nuestra Iglesia, junto con el Santo Nuevo Mártir Joanikije, Metropolita de Montenegro y del Litoral. Este crimen ha dado lugar a otro delito, el cual es la falta de clero en la zona del continente sudamericano. Nuestra gente en América del Norte estaban mejor organizados en la Iglesia, y esto sucede todavía hoy en día. Fue el Patriarca Gavrilo Dozic quien había enviado a América del Sur, a un venerable sacerdote, Pop Radojica Popovic, quien sirvió allí  a Dios y al pueblo durante toda su vida. Después de él, por treinta años no hubo nadie de nuestros sacerdotes en América del Sur y Central. Desafortunadamente, debido a esto, y al hecho de que la Iglesia Católica está presente en todos los sectores de la sociedad, en las escuelas y el ejército, mucha de nuestra gente se han trasladado a la Iglesia Católica. Algunos ahora están regresando a la Fe Ortodoxa. Además, el país, la antigua Yugoslavia, no ayudó suficientemente a organizar una escuela para los hijos de nuestros inmigrantes, por lo que ya la segunda o tercera generación se olvidó de su lengua materna. Hoy en día, nosotros nos ocupamos de que en algún grado estas omisiones se corrijan. Durante los años noventa del siglo pasado, llegó a América del Sur el Archimandrita Dositej Motika, hoy día el Obispo de la Iglesia Ortodoxa Serbia en Europa Occidental. Después de él, varios sacerdotes tomaron turnos, siempre dos o uno, lo que es una gota en el mar, ya que las extensiones de Sudamérica y Centroamérica son similares a las interminables extensiones de Rusia. La situación está cambiando desde que el Metropolita Amfilohije comenzó la función de Obispo Administrador de la Diócesis de Buenos Aires, por primera vez en 2011.

¿Cuántos sacerdotes e Iglesias tiene la Diócesis de Buenos Aires y hay entre el clero y los fieles de la Iglesia Ortodoxa Serbia una población local?

Ahora tenemos cuatro sacerdotes y un protodiácono en Argentina y cuatro monjas. A continuación, cinco sacerdotes en Brasil, un Archimandrita en Venezuela, un hieromonje en Colombia y uno en Ecuador, un sacerdote en Chile y un monje en San Salvador. De estos, seis sacerdotes y hieromonjes provienen de la población local. Un sacerdote y el protodiácono nacieron en Argentina, pero son de origen serbio. Además, una monja es de Brasil y una de Chile. Por supuesto que la existencia y el funcionamiento de la Iglesia Ortodoxa Serbia en este continente son de gran necesidad para nuestra nación y para su salvación. El mayor problema de nuestra misión sigue siendo económico y principalmente depende de la Sede Metropolitana de Montenegro y el Litoral, aunque también están ayudándonos las Diócesis de la Iglesia Ortodoxa Serbia en América del Norte y las personas de buena voluntad.

El Santo Concilio de Obispos de la Iglesia Ortodoxa Serbia, en un comunicado publicado después de la última sesión, puso de relieve los problemas que enfrenta la Iglesia Serbia en Montenegro. Se señaló que “se está preparando una ley que no sólo no reconoce el estado y la identidad de la Iglesia, sino que también se la amenaza con la persecución abierta, mientras que el poder declarará a la Iglesia Ortodoxa Serbia como el enemigo público número uno”. ¿Cuál es la situación actual? ¿Se avecina una solución inminente a los problemas que causaron la persecución de los sacerdotes y los ataques a las Catedrales de la Iglesia Ortodoxa Serbia?

Creo que este proyecto de ley fue evaluado como inaceptable hasta por las instituciones internacionales. Espero que los que están en el poder ahora comprendan que la historia de Montenegro, y en un sentido más amplio que el actual, es esencialmente una historia de Metropolitas de Cetinje y del Arzobispado Ortodoxo de Montenegro, y que escuchen la voz de su buen pastor Monseñor Amfilohije para hacer una ley que garantizará los derechos religiosos de todos en Montenegro. En particular, me refiero a las Iglesias tradicionales y a las comunidades religiosas: es decir, la Iglesia Ortodoxa, la Iglesia Católica y la comunidad musulmana.

Lo importante es trabajar
¿Qué les diría a los alumnos de primaria y estudiantes de la escuela secundaria, que siguen viendo las matemáticas como uno de los temas más difíciles en la escuela?

Para comprometerse profundamente en las matemáticas, así como en todo, se requiere un cierto talento. Sin embargo, los estudios básicos en matemáticas, así como el material en las escuelas primarias y secundarias lo puede completar cada estudiante, por supuesto con un trabajo tenaz y constante.

Traducido por Marija Jovanovich