Obispos australianos de los ortodoxos griegos, católicos, y anglicanos rechazan una vacuna para COVID (que podría ser obligatoria) porque contiene material de un bebé abortado

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En una carta al Primer Ministro Scott Morrison, unos jerarcas de denominaciones cristianas en Australia, incluyendo al arzobizpo Makarios de los ortodoxos griegos, han dado voz a su objeción a una vacuna posible para COVID que se están desarrollando en la universidad de Oxford.

El 19 de agosto, el gobierno australiano anunció un acuerdo con AstraZeneca, una empresa de drogas basada en el Reino Unido, para comprar 25 millones de dosis cuando la vacuna sea lista.

 

 

Sin embargo, en el desarrollo de la vacuna están usando una línea de células renales (HEK293) sacadas de un bebé abortado que presenta un dilema ético para cristianos fieles, escriben los jerarcas.

Mientras los jerarcas apoyan la idea de vacunas en sus principios, usar — tejido fetal era profundamente inmoral — escriben. Sin embargo, el gobierno australiano ha actuado rápidamente para quitar importancia a la preocupación religiosa.

La carta total de los jerarcas ha sido publicada por el sitio griego Neos Kosmos.

— Juntos con muchos australianos estamos orando que se desarrolle una vacuna que podría poner fin a este pandémico,— escriben los cleros ortodoxos, católicos y anglicanos. — Así que estabamos decepcionados al aprender que…la Confederación ha escogido usar una vacuna candidata que usa una línea de células (HEK293) derarrollada de un feto humano abortado voluntariamente.—

Los jerarcas se están preocupados que tal vacuna será obligatoria o que por lo menos será — presión social y política enorme (aplicada a la gente) para usarla.—

Mientras que muchos no tienen ningún problema ético con tal vacuna, otros — no desearán beneficiarse de ninguna manera por la muerte de la niña cuyas células fueron sacadas y desarrolladas, ni desearán trivializar su muerte, y no desearán apoyar la industria de tejido fetal.—

Los que se oponen concienzudamente sufrirán varias desventajas, se preocupan arzobispo Makarios y los otros jerarcas, —por ejemplo denegación de acceso a cuidado de niños, cuidados de los ancianos o empleos.—

Sabiendo que otras pruebas de vacunas se están pasando ahora que no usan —líneas de células humanas moralmente comprometidas,— los jerarcas piden al Primer Ministro garantizar que el uso de la vacuna de Oxford no será obligatorio y que nadie será presionado usar la vacuna contra sus creencias religiosas o morales ni que será desfavorecido por no usarla y que el gobierno proveerá una vacuna —alternativa que no presenta problemas éticos.—

 

Fuente: russian-faith.com

 

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