Mártir Jacinto de Cesearea en Capadocia

 

San Jacinto nació en Cesárea en Capadocia y fue criado en una familia Cristiana. El Emperador Trajano convirtió al muchacho en uno de sus mayordomos sin saber que era un Cristiano en secreto.

Un día cuando el Emperador y su corte se encontraban ofreciendo sacrificios a los ídolos, el joven Jacinto se encerró en una pequeña habitación de su casa y permaneció allí orando con fervor al Señor Jesucristo, pero uno de los sirvientes del Emperador escucho al joven cuando oraba y lo denuncio al emperador. El siervo reporto que aunque Jacinto fue confiado en un puesto de la corte Imperial que no honraba a los dioses Romanos y en secreto le rezaba a Cristo.

Jacinto fue llevado a juicio frente a Trajano quien trato de persuadir al joven para que negara a Cristo y ofreciera sacrificios a los ídolos sordos y mudos; pero el joven Santo mártir se mantuvo firme y declaro que era Cristiano. El Santo fue azotado y arrojado a la prisión donde su único alimento eran las sobras de lo ofrecido a los ídolos paganos, San Jacinto no acepto alimentarse de esa forma aunque los paganos esperaban que Jacinto se rindiera por la sed y el hambre y aceptara beber y comer la comida de los ídolos, pero al pasar treinta y ocho días sin alimentos, San Jacinto falleció. Cuando llegaron los verdugos a su celda encontraron el cuerpo del joven fallecido.

El carcelero vio a dos Ángeles en la celda, uno cubría el cuerpo del Santo con su tunica y el otro había colocado una corona de gloria en su cabeza.

El muchacho de doce años Jacinto, sufrió por Cristo en el año 108 en Roma, mas tarde sus reliquias fueron trasladadas a Cesárea.

 

Fuente: crkvenikalendar.com

 

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