El día de la cocina georgiana en la parroquia de la Santísima Trinidad y del Icono de la Santísima Virgen de Kazán en Santiago, Chile

El domingo pasado después de la liturgia, los feligreses de la Comunidad Ortodoxa de la Iglesia de la Santísima Trinidad y del Icono de la Santísima Virgen de Kazán tuvieron la oportunidad de degustar platos tradicionales de Georgia, que preparó para todos, el miembro de la parroquia Miro Zakaidze.

 

 

A sus hermanos y hermanas en Cristo, Miro obsequió khachapuri, que son conocidos en todo el mundo, además de las diferentes carnes hechas a la parrilla, todo cocinado según la receta tradicional georgiana. En cada mesa, había un plato con verduras y hierbas frescas como un complemento necesario a la barbacoa y por supuesto, aunque no es de Georgia un bueno vino Chileno.

Después de un brindis de Andrei Lukyanov, en honor al anfitrión hospitalario y generoso, la regente del coro parroquial Elena Raskopova y capiscol Elena Podpyatnikova cantaron especialmente para Miro la famosa canción popular de Georgia “Suliko”.

El padre Dusan agradeció a Miro por la comida excepcionalmente sabrosa y señaló que la junta de los creyentes después de la misa es muy importante, porque de esta manera crea y fortalece el vínculo entre los miembros de la parroquia y un sentimiento de unión familiar, sin el cual, es imposible ninguna verdadera comunidad en Cristo. Él citó Su Eminencia Reverendísima, el Metropolitano Amphilochiy, que una vez dijo que la liturgia no termina con las últimas palabras del sacerdote en la misa, pero sigue en compartir la comida con amor después de ella.


 

Miro también hizo un brindis, dijo que está profundamente agradecido a la parroquia que lo habían aceptado cordialmente y con amor como nuevo miembro, lo cual es muy importante para él en Santiago, donde viven sólo unos pocos compatriotas. El almuerzo, que había preparado, es sólo una expresión modesta de respeto e inmensa gratitud por el hecho de que gracias al “Batya” (el padre Dusan) y sus feligreses, no se siente solo y abandonado en este país a miles de kilómetros de su tierra natal.

Traducido por Elena Kakorina

 

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