Confesándonos ante Cristo

Stárets Dionisio Ignat del Monte Athos

 

Lo que queda ahora es cumplir con el canon de penitencia prescrito por tu padre espiritual… ¡y sigue avanzando hasta llegar al Reino del Señor!

Si no se confiesa, el hombre no tiene esperanzas de salvación. Como humanos, todos somos pecadores, sin importar nuestra edad. Y el infierno espera siempre al pecador.

Eso sí, Dios no nos castigará por haber pecado, sino por no habernos arrepentido. Cuando vas a confesarte con tu padre espiritual, también Cristo se halla presente, y también Él escucha cómo revelas tus faltas al sacerdote; y, cuando dices: “¡Señor, perdóname!”, y el sacerdote te lee la oración de absolución, quedas libre de todo pecado, como si jamás lo hubieras cometido.

Lo que queda ahora es cumplir con el canon de penitencia prescrito por tu padre espiritual… ¡y sigue avanzando hasta llegar al Reino del Señor!

 

Fuente: doxologoìa.org

 

Pravoslavie.cl