Bautismos ceremoniales de purificación en el Antiguo Testamento – Conectando el bautismo y la circuncisión

Cuando todos los Israelitas fueron bautizados, Dios les permitió pasar 40 años sin la circuncisión. De modo semejante, cuando el hijo de una mujer israelita fue circuncido, Dios bajó su tiempo de purificación (bautismo) por 40 días…

—…por la Ley, y esas limpiezas diarias de los hebreos que un poco más tarde se dejarían claras en bautismo perfecto y maravilloso, están cerca de la gracia…— 1
— San Gregory de Nyssa, Sobre el bautismo de Cristo

Hebreos 9 se trata de adoración en el Antiguo Testamento en el tabernáculo terrenal. Y como parte de este tema, Hebreos 9:10 menciona —varias limpiezas— que eran una parte importante del sistema del Antiguo Testamento.

 

 

De bastante interés, la palabra griega para —limpiezas— aquí es —baptismos—, que simplemente significa —bautismos—. De hecho,Young’s Literal Translation (Traducción literal de Young) de la Biblia expica este hecho en inglés (aquí traducido al español):

—. . . sólo en vituallas, y bebidas, y bautismos diferentes, y ordenanzas carnales— hasta el tiempo de reforma impuesto (a ellos).—  2

Así, tenemos aun otro pasaje del Nuevo Testamento hablando de bautismo, que nos señala atrás al Antiguo Testamento. El autor de hebreos dice que las ceremonias de limpieza/purificación del Antiguo Testamento se llamaban —bautismos—.

Una lectura detenida de Juan 3:22-26 también revela la correspondencia entre bautismos y rituales de purificación judíos.

Para este foco en bautismo, daré como ejemplo una ceremonia particular de purifiación del Antiguo Testamento:

Y habló Jehová á Moisés, diciendo: Habla á los hijos de Israel, diciendo: La mujer cuando concibiere y pariere varón, será inmunda siete días; conforme á los días que está separada por su menstruo, será inmunda.  Y al octavo día circuncidará la carne de su prepucio. Mas ella permanecerá treinta y tres días en la sangre de su purgación: ninguna cosa santa tocará, ni vendrá al santuario, hasta que sean cumplidos los días de su purgación. Y si pariere hembra será inmunda dos semanas, conforme á su separación, y sesenta y seis días estará purificándose de su sangre. Y cuando los días de su purgación fueren cumplidos, por hijo ó por hija, traerá un cordero de un año para holocausto, y un palomino ó una tórtola para expiación, á la puerta del tabernáculo del testimonio, al sacerdote: Y él ofrecerá delante de Jehová, y hará expiación por ella, y será limpia del flujo de su sangre. Esta es la ley de la que pariere varón ó hembra. Y si no alcanzare su mano lo suficiente para un cordero, tomará entonces dos tórtolas ó dos palominos, uno para holocausto, y otro para expiación: y el sacerdote hará expiación por ella, y será limpia. 3

Noten que el período de purificación (i.e. bautismo) se dobla cuando la mujer da a luz a una hija, comparado con cuando ella da a luz a un hijo. Con un hijo, el período general de purificación es 7 días, y hay 33 días más de limpieza. Pero con una hija, el período de purificación general es 14 días, y entonces hay 66 días más de limpieza. ¿Por qué la diferencia?

Algunos han sugerido que Dios era predispuesto en contra de mujeres, considerando a hijas como el doble de impuras que hijos. Pero esta sugerencia no es ni compatible con el carácter de Dios ni con las pruebas colectivas de las Escrituras. Como el autor Tim Gallant ha notado acertadamente:

Esto no puede ser el caso; el período de ritos de limpieza para hombres con secreciones y los períodos de ritos de limpieza para mujeres son muy paralelos (vean Lev. 15.13-14, 28-30; la diferencia más importante es el requisito adicional que los hombres tienen que lavar su ropa y bañarse).

Sino, hay otra explicación para la diferencia que cabe mejor con las pruebas. Gallant sigue:

Es mejor suponer que la diferencia en el período de impuridad se conecta con la otra diferencia mencionada en Levítico 12: A saber, que el hijo es circuncido. Ocurre después de exactamente 7 días, con el hijo circuncido el octavo día, que la impuridad principal de la madre se acaba; en el caso de una hija, la impuridad principal de la madre sigue durante siete días más.4

Así, una mujer tenía que participar en el rito de purificación (bautismo) durante un total de 80 días cuando dio a luz a una hija. Pero cuando dio a luz a un hijo, él fue circuncido, y por esta circuncisión, su madre sólo tenía que participar en la purificación (bautismo) durante un total de 40 días.

Hay un paralelismo aquí:

  • Cuando dos millones de israelitas fueron bautizados, Dios los dejaba ir 40 años sin la circuncisión.5
  • De modo parecido, cuando el hijo de una madre israelita fue circuncido, Dios la permitió reducir su período de purificación (bautismo) por 40 días.

Así, al contrario de las afirmaciones de algunos autores credobaptist protestantes, no podemos decir que Colosenses 2:11-12 es único lazo biblíco hecho entre el bautismo y la circuncisión. Es probable que los israelitas en la Iglesia primitiva ya reconocían un lazo entre circuncisión y bautismo, mucho tiempo antes de que San Pablo escribió el libro de Colosenses.

Muchos libros han sido escritos por autores paedobaptist, señalando las conexiones entre circuncisión el el Antiguo Testamento y bautismo en el Nuevo Testamento. Con frecuencia, autores usan estas conexiones para demostrar el caso para bautismos de bebés. Desafortunadamente, este bautismo particular del Antiguo Testamento – de Levítico 12 — rara vez se incluye en la discusión.

Parece importante notar que – aun en israel hace mucho tiempo – circuncisión y bautismo eran considerados intercambiables hasta cierto punto. Cuando los israelitas meditaban en su estadía histórica en el desierto, y también cada vez que se dio a luz a otro niño israelito, tendrían oportunidades para pensar en ambos bautismo y circuncisión en este contexto.

Y si los israelitas del primer siglo ya entendían la conexión entre circuncisión y bautismo, entonces la práctica de bautismo infantíl de la Iglesia primitiva se vuelve más fácil de entender.

Fr. Joseph Gleason

 

Fuente: ifamnews.com

 

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