¿Qué les pasa a fornicadores? ¿Qué está mal con relaciones prematrimoniales? – Un sacerdote explica la palabra -castidad-

Anastasia BavinovaArchpriest Fedor Borodin

 

Hay conceptos en la Iglesia, el significado total del cual no mucha gente entiende bien, aun siendo gente de la Iglesia. Uno de ellos es la castidad. 

—Foma— le pidió a Archpriest (sacerdote de rango alto) Fyodor Borodin, el rector de la Iglesia de los Santos Cosmas y Damian en Maroseyka de Moscú, ayudarnos a entender qué es castidad y por qué es necesaria y cómo vivir castamente. 

Foto por Anna Galperina


¿Se trata la castidad de la vida sexual?

Castidad se trata de un estado saludable espiritual, mental y físico; se trata de una personalidad integral que sabe vivir con Dios, que sabe amar. Sí, en la conciencia diaria esta palabra con frecuencia se vincula sólo con cuestiones de intimidad física pero de hecho es un concepto (de la Iglesia) mucho más ancho.

La Iglesia reconoce que el estado en el que nacimos y en el que vivimos es un estado de pecado, de la más profunda distorsión, que heredamos de Adán quien se cayó. Sólo podemos estar libres de este estado por el deseo de acercarnos a Dios – al ideal que el Cristianismo nos ofrece. Así el apóstol Pablo dice: Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús (Fil 2: 5). Él quiere decir que una persona debe ser como Jesús – debe contener el reflejo de todos Sus cualidades. La Iglesia definió tales virtudes con la palabra castidad.

En hacer lo tanto, necesitamos recordar que la unión de todas las virtudes es el amor. A decir, castidad es ultimamente la capacidad de amar. 

¿En qué se basa esta capacidad?

Primeramente en la pureza física.

Segundo, en la integridad. La Caída puso todo boca abajo dentro de una persona: él deja de entender a Dios, y los componentes de su alma están hecho jirones.

Si antes, el conocimiento de pecado reinaba en él, entonces, después – la carne. El sentimiento de enojo antes de la Caída era un buen sentimiento – un tipo de inmunidad contra el pecado, y despúes de eso cambió a ser dirigido hacia sus prójimos.

La destrucción de esta jerarquía natural para una persona causó que se separaron sus sentimientos, su voluntad y su razón. Las palabras más penetrantes, más amargas acerca de eso están en la epístola de San Pablo a los Romanos: Porque no hago el bien que quiero; mas el mal que no quiero, éste hago. (Rom. 7:19).

Alcanzar la integridad es la capacidad de subordenar lo carnal al espiritual. Para ser casto en este sentido significa que se recobra otra vez, cultiva la voluntad – para que tengas las fuerzas para luchar contra el pecado. 

¿Cómo se manifiesta la violación de esta integridad en la vida diaria?

Cada uno de nosotros, por ejemplo, se enfrenta el hecho que no tenemos fuerzas ni energía para la oración, y de más importancia, no participamos espiritualmente en la oración. La conciencia humana se ha vuelto como un video pop, a decir, que ya no puede notar textos largos. Estamos constantemente distraídos por llamadas, mensajes, notificaciones y no podemos concentrarnos para llevar a cabo ni una cosa.

Por vivir en tal estado, el hombre moderno es muy debíl cuando quiere recoger su conciencia. ¿Durante cuántos minutos puede fijarse en las palabras de oración? Si lo puede hacer por todo un minuto, esto es una hazaña. Otra vez, castidad se trata de fijarse en lo que realmente cuenta. Se trata de unirse alrededor de su núcleo interior.

Pero la palabra —Castidad- con frecuencia se usa en conversaciones que no se tratan de la oración sino se tratan de relaciones entre los sexos. ¿Por qué?

Porque en ellas (relaciones entre los sexos), nuestra capacidad de controlar nuestros sentimientos, voluntad y razón afecta nuestra vida diara con el más dolor.

¿Cómo se manifiesta este dolor exactamente?

La Iglesia se opone libertinaje y disipación con la castidad. -Libertino-, -fornicación- significa que una persona se ha perdido, ha dado una vuelta fuera del sendero. Este es el lenguaje que usamos para hablar de impureza corporal, del hecho de que una persona ha perdido el camino a Dios – ha descuidado las maneras disponibles de resolver el pecado. Esto no puede hacer otra cosa que afectar el estado interior y mental de una persona.

Primeramente, una persona disoluta nunca se convertirá en una personalidad establecida y fuerte. Ser destrozada por sus propias errores, no sabiendo usar su voluntad, razón ni sabiduría, no juntando estos pedazos aislados de Adán en si mismo y ni siquiera intentando hacerlo, estándose en una situación en la que el cuerpo no obedece el espíritu, él no puede encontrar dentro de sí lo que llamamos el núcleo interior.

Segundo, mi poca experiencia de observar las vidas de muchas personas conocidas -incluyendo a compañeros de colegio- me enseña que muchos que empiezan a vivir una vida promiscua muy temprano no experimentan felicidad en sus matrimonios.

Por el cambio constante de pareja, como se dice ahora, la integridad de una persona es destrozada y ya no puede amar con todo su corazón. Una persona así constantemente está comparando su relación actual con sus relaciones previas y no se puede dar completamente al amor porque una parte de su carácter se queda en las relaciones del pasado. 

Sabemos las palabras del Apóstol Pablo: ¿O no sabéis que el que se junta con una ramera, es hecho con ella un cuerpo? porque serán, dice, los dos en una carne. (1 Cor. 6:16). A decir, esta conexión, como una cicatriz, se queda con él para siempre. Por hacer esto, por llevar una vida disoluta, divides tu conocimiento de Dios, del mundo y de sus queridos en fragmentos sin número.

Tercer, una persona no casta, por no ser una persona integral, no ve a su esposa como una persona integral, no ama la persona total, sino solo el cuerpo, parte de su mente, y ni siquiera podemos hablar de lo espiritual. Sólo sabe poseer y aprovechar aun si lo presenta muy bellamente y de manera romántica.

En cuarto lugar, tal persona, naturalmente, no es capaz de amar generosamente porque sólo se fija en recibir, poseer y ganarse cosas para si mismo. Este tipo de amor se termina: tan pronto como lo que se está acostumbrado recibir se acaba – porque la esposa se ha envejecido o se ha enfermado, sus defectos de antes se revelan – su amor también se acaba y él busca una sustitución.

Así, se supone que una familia Cristiana se puede crear con una sóla persona. El Cristiano se mantiene limpio corporalmente antes de matrimonio para su esposa futura. La Iglesia cree: todo lo que necesita saber un hombre acerca de mujeres está en su esposa. Y todo lo que una mujer necesita saber de hombres está en su esposo. 

Por violar esta castidad, una persona destroza la integridad de su alma, que debe ser sacrificada, dedicada a su esposa. Es natural que un Cristiano no entra en relaciones prematrimoniales – para él es una pérdida. Es la pérdida de la oportunidad del amor que él quiere alcanzar.

Y a la voluntad de amar, como a servir a otros, sólo puedes crecer en un matrimonio, cuando una persona durante su vida compartida con su querida crece hasta la revelación total de la personalidad de su esposa. Más aun, él ama aun cuando recibe amor total a cambio y cuando deja de recibirlo, esto no es un obstáculo para su amor.

Como sacerdote, veo constantemente cómo una persona no casta, después de convertirse en Cristiano y decidir cambiar su vida, sufre con frecuencia fracasos amargos en sus intentos de crear una familia según el modelo de la Iglesia – él es dificultado por su experiencia previa en su vida. Es mucho más fácil estar feliz en la vida familiar para una person quien es casta antes del matrimonio porque toda la parte de su alma que Dios creó para ser unida con una esposa es dada a una sóla persona.

¿Pero, por qué se depende la castidad del registro formal de matrimonio?

Amor en un sentido alto es posible cuando una persona toma responsabilidad total para su esposa. Las experiencias más brillantes – entusiasmo, enamorarse, cautividad – desarrollan hasta amor verdadero sólo cuando una persona dice: —Todo lo tuyo ahora es mío – tu juventud y tu belleza, tu vejez y tu dolencia, todos tus parientes y todas las cargas de tu carácter, todas las dificultades de tu destino y todas las dificultades del futuro – todo será mío también como tuyo.—

Sólo después de esto puede una persona aceptar el regalo de amor de Dios – verdadero y profundo. La llave de este amor Cristiano yace precisamente en la responsabilidad. Esto es por qué la Iglesia no honra matrimonios no registrados: el registro en la oficina del registro es ahora una prueba de la aceptación de esta responsabilidad.

Mientras tanto, una persona no toma responsabilidad de su esposa como hace para sí mismo mientras hay un tipo de astucia – él no está listo aceptar el regalo de amor Cristiano conyugal, para convertirse en una persona integral.

Pero existen el divorcio y el nuevo casamiento – ¿Qué piensa la Iglesia de esto?

A pesar del hecho de que para un Cristiano sólo puede ser un matrimonio, hoy la Iglesia hace condescendencia a la debilidad humana en unos casos, permitiendo un segundo matrimonio. Sin embargo, si miras la sucesión del segundo casamiento – el rito del nuevo casamiento – entonces no ves un rito feliz y alegre, es un rito de arrepentimiento. A veces aun es incómodo para el sacerdote que lo celebra: en una mano, un vestido blanco, velas, invitados, y en otra, una oración de arrepentimiento, de pena.

Esto también se aplica a una persona viuda quien quiere crear una familia de nuevo: la Iglesia bendice tal matrimonio pero por condescendencia – después de todo, ¡la esposa difunta está esperándote allí! Por bendecir el nuevo matrimonio de un Cristiano viudo, la Iglesia excomulga al viudo de la Comunión durante un año. Sí, por un tiempo estás separado, pero si una persona se ha maturado y entendido lo que es el amor verdadero, entonces, para él, el tiempo de esperar la eternidad será amargo pero no infinito.

Tal vez, todas las leyes que según la Iglesia, cada Cristiano debe seguir, aplican en su fuerza más completa solo a famlias de cleros: un sacerdote no puede divorciarse y un viudo no puede casarse de nuevo.

Y esto no es porque unas reglas especiales aplican a los cleros, sino es porque la Iglesia aplica sus expectativas de matrimonio a su familia completamente. Y esto es por qué rechazamos tanto la iniciativa reciente del Patriarcha Ecuménico para que sacerdotes pudieran casarse de nuevo.

Pasa que creyentes pueden mantener su castidad si en matrimonio o en un monasterio. ¿Pero qué de la gente soltera?

Es un error creer que castidad sólo se puede lograr en matrimonio o en monacato. Hay muchas personas castas viviendo fuera de matrimonio y fuera de monasterios: estas son personas quienes aman tanto a Dios que no usan su derecho legal de casarse sino pasan todo su tiempo y usan toda su energía para servir a Dios y a otros. Y hay gente a quien Dios por Su Providencia no ha dado familias y lo ha aceptado.

Pero para lograr la castidad en el mundo fuera de matrimonio, necesitas conseguir otra virtud – la humildad, eso es, la capacidad de aceptar con humildad lo que Dios quiere acerca de tu sendero y destino.

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¿Cómo se combina la humildad con conseguir un núcleo interno? ¿No implica este núcleo autoconfianza?

El Evangelio de Marcos dice: Amarás pues al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente, y de todas tus fuerzas; este es el principal mandamiento. (Marcos 12:30). La cosa importante en el contexto de nuestro tema aquí es -fuerzas- – eso es, ascetismo, sea tan pequeño como sea pero ascetismo. Había un episodio en la vida del Monje Anthony el Grande: a un martír se le obligaron tener relaciones con una ramera – él se mordió su propia lengua hasta que separarlo de su cuerpo y escupió en la cara de la ramera. Usando este ejemplo, puedes imaginar lo que significa amar a Dios con -fuerzas-.

Las fuerzas son la resistencia contra pecado y son el núcleo más interno en el que una persona depende. Esto ayuda a una persona vivir según los mandamientos de Dios. Tal núcleo no tiene nada que ver con autoconfianza porque la fuerza interna viene de humildad principalmente – una de las virtudes centrales.

¿Pero es esta integridad posible en el mundo moderno con el modo de pensar -multitarea-, cuando muchos simplemente no tienen tiempo para poner en orden sus ideas?

Metropolitano Pitirim (Nechaev) dijo: —La virtud de castidad, que se valora tan altamente en la Iglesia no es tanto la conservación de pureza afeminada ni de frescura juvenil, sino es precisamente la determinación e integridad de la personalidad. Una persona casta no se cambia por oropul. ¿Cuáles son los medios de ascención divina? Hay muchos medios pero su significado es el mismo – vencer el -pluralismo-. Nuestra vida es diversa: haces una cosa, piensas otra, contestas una tercera. Sólo unos pocos pueden lograr la perfección en todos los aspectos de sus vidas. Así que, una persona quien se enfoca sus fuerzas en una dirección logra más. Integridad, la concentración de los esfuerzos internos es muy importante.—

Sí, las vidas de la gente de hoy muchas veces están enfocadas en multitarea en un ambiente con tiempo limitado y a la misma vez no siempre escogemos lo que hacemos. Otra pregunda – ¿puede una persona iluminar su lista de quehaceres con la oración para servir a Dios y a su prójimo? Si la vida en Dios está en el primer lugar, y todo lo demás está en su propio lugar, no habrá fragmentación interna.

Entrevista por Anastasia Bavinova

Fuente: https://foma.ru/chto-ozhidaet-bludnikov-i-chto-ne-tak-v-dobrachnyh-svyaz… (Russian)

 

Fuente: russian-faith.com

 

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