El diablo impotente – derrocado tres veces

—Él quien se distanció de luz se convirtió en la oscuridad; él quien perdió su calor se volvió frío; él quien perdió bondad se volvió malvado…— 

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Situaciones en la vida diaria nos recuerdan de cosas maravillosas.

La historia que sigue tomó lugar recientemente en el canal Spas. Yo fui invitado ser parte del programa Zavet (—Precepto—). Me dijeron, —Vamos a hablar de ángeles. Y tú una vez contaste una historia milagrosa que se trataba de ángeles. Así que, ven al programa.— Yo pensaba que iba a hablar de cantos angelicales porque un conocido mío había oído el canto de ángeles. Y era por la mañana, cuando yo estaba rumbo al estudio cuando me di cuenta que me esperaban contar una histoia de hace mucho – de mi niñez.

Yo no tenía ganas de hablar de mis cosas más íntimas pero no había nada que podía hacer porque yo ya había dicho que iba a venir. Arcipreste Alexander Timofeyev, con quien yo había estudiado en la Academia Teológica de Moscú, también fue invitado al programa. Francamente yo temía la crítica (que podría haber sido justificada: es mejor ignorar un milagro que aceptar en tu corazón un milagro falso). Sensatez no permite la búsqueda de milagros. Pero es otro asunto cuando (a nuestra sorpresa) el Señor Se intercede en una manera milagrosa – eso nos humilla, nos consuela, y nos fortalece, porque no somos abandonados y los ángeles y Dios siempre están con nosotros.

Dos muñecas – una de un ángel blanco y la otra de un ángel negro – estaban en el estudio como símblolos ilustrativos de la división en el mundo de ángeles de los que son fieles a Dios y los que Le son infieles. El programa comenzó. Los invitados hablaban al lado de las dos muñecas y contaron la revelación en la Biblia de los ángeles de Dios y de la caída de los espíritus malvados a quienes se dio el nombre infame —demonios—. Ambos ángeles se pararon casi sin moverse hasta el final del programa.

Entonces era el momento de contar las historias de la vida real.

El primer invitado era el periodista Ortodoxo, Maxim. Él vino de Siria (su nombre sirio es Mansaf Matni) y él ha vivido en Moscú desde su niñez. Según Maxim, un día él estaba con su familia en el carro. Su hijo y su esposa estaban dormidos y Maxim estaba tan cansado que se durmió de repente. Pero aun mientras que estaba dormido, él se veía a si mismo manejando el carro, aunque no había camino enfrente de él; en su lugar estaba algo como una neblina. En ese momento, Maxim sintió la presencia de alguien. Él preguntó a la presencia en su mente, —¿Quién eres?— La mano de alguien lo tocó en su hombro izquierdo y la presencia celestial contestó pacíficamente, —Un ángel de Dios.— De repente Maxim se despertó y vio que su carro estaba por chocar con otros carros que se habían estacionado enfrente de él. Él frenó y así las vidas de él y de sus queridos fueron salvadas.

Entonces era mi turno compartir mi historia. Este episodio ocurrió temprano en my niñez, muchos años antes de mi bautismo. Yo crecía en la familia sovietica normal, no religiosa. Nadie nunca habló de Dios ni de cosas espirituales. Así que no teníamos nada que ver con la vida religiosa. Por eso yo no podía entender exactamente lo que me pasó aquel día y no intenté evaluar la naturaluza del evento tampoco.

De verdad, no había ningún milagro de gran escala.

Había un escritorio en nuestro apartamento de dos salas en la era de Khrushchev (los años 50 y 60) en el edificio de apartamentos de cinco pisos en la cuidad de Orenburg. El escritorio estaba en la pared al lado de la ventana. Mis padres habían puesto un calendario en la pared al lado del escritorio. Yo tenía cinco años y aunque no podía leer, ya sabía que cada día se quitaba una hoja del calendario y me gustaba hacerlo yo mismo.

Para poder alcanzar el calendario, un niño pequeño tuvo que montarse en una silla, entonces tuvo que treparse al escritorio de la silla, entonces tuvo que ponerse de puntillas. Entonces yo veía el calendario y lo inspeccionaría detenidamente y hacía lo que yo consideraba una acción importante — quitándole una hoja del calendario. Pero un buen día, después de haber trepado encima del escritorio y hecho un par de pasos cerca de su lado, me volteé hacia la pared y de repente decidí mirar para atrás. Estaba parado en el lado del escritorio, así que cuando miré para atrás y para abajo, mi cabeza empezó a darme vueltas. Era pequeño, y el escritorio era grande. Yo me tambaleé y temblé y cerré mis ojos. Era entonces cuando una cosa inexplicable pasó.

De hecho, no había imágenes, nada de visiones, nada de sensaciones físicas. Pero yo sentía como si alguien me hubiera abrazado en sus brazos con ternura y afectuosamente y entonces me hubiera sentado en el suelo con cuidado. Repetiré que no sentí el toque de los brazos de nadie ni una sensación corporal de ningún tipo. Pero empecé a sentir una paz interior, calma, y alegría; no había nada de miedo, como si alguien me hubiera mostrado su protección en una manera bondadosa y cariñosa. Hace muchos años, cuando fui bautizado, mi corazón fue abrumado con la misma sensación otra vez — ahora la llamamos —experimentando la gracia de Dios.— ¡Recordaba esa sensación en mi corazón sobre todo y deseaba tanto sentirla otra vez!

Pero regresaremos a mi historia del programa. Tan pronto como llegué al punto en mi historia cuando se mostró la intervención milagrosa del ángel, la muñeca oscura en el estudio de repente se cayó de espaldas en el suelo. Por no decir algo peor, eso se veía extraño. Levantaron la muñeca y pusieron cinta en sus piernas para fijarla al suelo. Seguía con mi historia. Pero cuando iba a mencionar al ángel, la muñeca oscura se cayó por la segunda vez. Los empleados del estudio concienzudamente pusieron una carga pesada en las piernas de la muñeca para estabilizarla.

Padre Alexander Timofeyev empezó a hablar. Pasa que él tenía una historia milagrosa que nadie sabía menos él. Cuando estaba estudiando en la universidad, se convirtió en Cristiano, fue bautizado, y su corazón se desbordaba con tanta alegría que querría compartirla con todos. Así que bajo su influencia, su amigo también fue bautizado y Padre Alexander se convirtió en su padrino. Durante el bautismo, el sacerdote futuro Alexander estaba parado al lado de su amigo en la iglesia. cuando su amigo renunció a satanás y todas sus obras y se unió a Cristo, Padre Alexander vio o sintió (un esclarecimiento que es difícil de describir) que ángeles se acercaron a su amigo y su corazón respondió con una sencación maravillosa y sobrenatural.

Pero la cosa más extraordinaria era que cuando Padre Alexander llegó al punto en su historia cuando ángeles se aparecieron, la muñeca oscura en el estudio otra vez se cayó con un crujido, por la tercera vez. Su puntal era arrancado literalmente de bajo sus piernas que habían sido sujetadas por la carga. Se cayó sobre su espalda, no capaz de aguantar las palabras acerca de los ángeles de Dios.

Silencio mortal cayó en el estudio. Nadie consideraba la caída de tres veces como una mera casualidad. El —ángel oscuro— fue arrastrado fuera mientras su homólogo blanco se elevaba humildemente sobre todos presentes en el estudio.

Desafortunadamente, la caída de la muñeca oscura no fue captada por la cámera. Los ángulos eran equivocados y los operadores de las cámeras nunca podía haber predicho que iba a caerse tres veces. El programa fue transmitido con el título —Un encuentro con un Ángel. Como pasó—.

Pero no es un asunto de muñecas. Era una ilustración gráfica de la verdad que él quien cayó es condenado a su propia perdición. Él quien se está cayendo en las profundidades de pecado no se puede parar firmemente y mucho menos levantarse. Eso es evidente. Él quien se está deslizando para abajo participa en su propia ruina. Y eso significa que el diablo es débill — es inevitable a la larga. El maligno sólo tiene poder sobre los quienes se han adoptado su debilidad, quienes han sido tentados por él, se han rendido a él voluntariamente, y van con él al abismo sin fondo.

En realidad, satanás fue derrocado tres veces. Primero, Lucifer fue desterrado del mundo celestial de ángeles. La segunda vez, él fue expulsado como príncipe de este mundo. Y la tercera vez, él es ahuyentado de las vidas personales de individuos.

¿Cómo fue realizado exactamente?

Lucifer fue tirado la primera vez en el mundo primigenio cuando los ángeles fueron creados — las luces secundarias comparadas con la primera y única Luz, la Luz Verdadera, que alumbra á todo hombre que viene á este mundo (Jn. 1:9). Y no sólo humanos pero ángeles también, porque los seres celestiales son iluminados por la luz que procede de la Luz Verdadera también. Lucifer era el más importante de entre los ángeles. ¿Pero qué hizo él, el hijo de la mañana (Is. 14:12)? Por su orgullo él querría elevar su trono sobre las estrellas y decidió hacerse más importante que Dios el Todopoderoso, así convirtiéndose en el creador de mal. Él quien se distanció de luz se convirtió en oscuridad; él quien perdió su calor se volvió frío, él quien perdió bondad se volvió malvado.

—Por cuanto se enalteció tu corazón y dijiste: Yo soy un dios; en la silla de Dios estoy sentado en medio de los mares (siendo tú hombre y no Dios); y has puesto tu corazón como corazón de Dios. En Edén, en el huerto de Dios estuviste: toda piedra preciosa fué tu vestidura…Tú, querubín grande, cubridor: y yo te puse; en el santo monte de Dios estuviste; en medio de piedras de fuego has andado. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste criado, hasta que se halló en ti maldad. A causa de la multitud de tu contratación fuiste lleno de iniquidad, y pecaste: por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín cubridor. Enaltecióse tu corazón á causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría á causa de tu resplandor: yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti.— (Ezek. 28:2, 13-17).

Así él quien quiso trepar a los cielos más altos y se exaltaba sobre Dios, se cayó como un relámpago del Cielo. El Salvador testificó a la caída primigenia de satanás: Yo veía á Satanás, como un rayo, que caía del cielo (Lucas 10:18). El dragón antiguo que arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las echó en tierra (Apocalipsis 12:4) tentó a los humanos y los llevó por mal camino. Después de haber robado la corona de la culminación de la creación (a decir, humanidad), él consiguió su dominio sobre la tierra. Eso es por qué él se convirtió en el príncipe de este mundo (Jn. 12:31). Así que él se atrevó a tentar a Cristo, ofreciéndoLe a Él en una manera altanero y astuto: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque á mí es entregada, y á quien quiero la doy: Pues si tú adorares delante de mí, serán todos tuyos (Lucas 4:6-7).

Pero el maligno no podía quedаr aun en ese nivel.

El segundo derrocamiento fue el del imperio del diablo en la tierra. Se llevó  a cabo por la Pasión de nuestro Salvador. La redención es un misterio. ¿Cómo derrotó el orgullo del diablo la humildad de Cristo? ¿Cómo devolvió la corona real al hombre el Ádan nuevo e hizo teosis alcanzable para nosotros (e inalcanzable para satanás)? No mucho antes de Su Pasión, Cristo dijo: Ahora es el juicio de este mundo: ahora el príncipe de este mundo será echado fuera. Y yo, si fuere levantado de la tierra, á todos traeré á mí mismo (Jn. 12:31-32). La vida del Señor en la tierra era de pureza total, bondad, y amor sacrificado. Satanás no encontró nada de espacio en Cristo — ni en Sus palabras, ni en Sus actos — para tentación. Moscas se pegan a mugre y demonios se pegan a pecado pero donde hay pureza perfecta, Beelzebub no puede hallar nada para agarrar. Viene el príncipe de este mundo; mas no tiene nada en mí (Jn. 14:30), Cristo les dijo a Sus discípulos antes de Su Golgotha.

Cada vez que viene la luz, la oscuridad se desaparece. Cuando la luz de amor sacrificado comienza a brillar, la oscuridad de engreimiento vano fue disipado. Por Su Pasión en la Cruz, esta manifistación suprema de amor sacrificado, Cristo expió los pecados de humanidad, poniendo en libertad a la raza humana del poder de los gobernantes de la oscuridad de este mundo (Efesios 6:12). Fue por eso que el Cristo Resucitado dijo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra (Mt. 28:18). ¡El poder de Cristo y no el poder de Su adversario! Así que el trono de Beelzebub en este mundo también fue derrotado.

Lo diremos otra vez. Donde se encuentra el poder de Cristo, no puede estar el poder de Su enemigo. Los espíritus caídos no tienen poder dominante pero existen pruebas por Providencia Divina. Si el diablo engaña a alguien con tentación, solo pasa con el permiso de Dios. Demonios se convirtieron en cerdos porque el Señor les dio permiso hacerlo (cf. Marcos 5:1-13). Y eso era justo, porque los que se comportaban como animales ingratos en el mundo espiritual fueron permitidos entrar en los cerdos.

¿Y qué de nosotros? ¿Nos debemos distanciar de estas victorias? No, no debemos. El diablo es derrotado por la tercera vez en la vida espiritual, en los podvig personales de cada Cristiano. Si tenemos libre albedrio, que se revele: si queremos regocijarnos con Dios o ser atormentados con los espíritus malignos.

Y el discípulo bien amado de Cristo lo proclama con inspiración:…Os he escrito á vosotros, mancebos, porque sois fuertes, y la palabra de Dios mora en vosotros, y habéis vencido al maligno (1 Jn. 2:13-14). ¡Esta victoria es aun alcanzable a jos jóvenes! ¡Y es alcanzable para todos quienes fueron bautizados con agua y el Espíritu Santo quienes se convirtieron en hombres libres de la oscuridad de sus pecados por Confesión quienes se unen al Vencedor por la Comunión!

El diablo es derrotado por las cosas que se oponen a él. Humildad es el opuesto de orgullo; generosidad es el opuesto de envidia; perdón es el opuesto de rencor; bondad es el opuesto de maldad; y caridad es el opuesto de avaricia. Así todos deben considerar: de quién son criados; a quién ceden; y quién triunfa en sus vidas.

Es verdad que muñecas se caen fácilmente mientras victoria espiritual no se alcanza fácilmente. Pero todavía es alcanzable, si estamos con Él quien trae la victoria. Porque Él es Fiel y Verdadero, el cual con justicia juzga y pelea (Apocalipsis 19:11).

Así que no temas al maligno porque él es condenado a su propia ruina; mejor que no pienses de él nunca. ¿Para qué se debe pensar en él si soplamos y escupimos en el diablo (como a una persona insignificante) tres veces durante el sacramento de Bautismo? Recuerda este rito cuando el sacerdote te dijo, —¡Sopla y escupe en él (el diablo)!— ¡Que Dios reine en sus mentes y que sus corazones sean sanctificados por el temor de Dios! ¡Abajo las preocupaciones de errores demoníacos y tentaciones! Todo lo que nos pasa en nuestras vidas es enviado a nosotros por el Señor bondadoso como remedios para nuestras pasiones. ¡Que miremos a Dios Quien nos cura, Quien gana, triunfa y resucita a los muertos!

 

Fuente: russian-faith.com

 

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