Domingo de Todos los Santos

Caminar con Cristo en la Ortodoxia te acompaña a celebrar el Primer Domingo de Pentecostès: “Fiesta de Todos los Santos.”

 

 

“La Santa Iglesia celebra hoy la memoria de los Santos de todos los días.  Como había santos de Dios, esforzándose obedientemente, no revelados a la Iglesia, entonces, para no dejarlos sin honor a estos santos: la iglesia ha establecido un día en el que glorifica a todas los santos que en todos los tiempos agradaron a Dios.

La Santa Iglesia lo hace esto inmediatamente después de que el Espíritu Santo descendiera sobre los Apòstoles en Pentecostès, porque todos los Santos se hicieron santificados por la gracia del Espíritu Santo: la gracia del Espíritu Santo trae arrepentimiento y abandono de los pecados, también entra en la lucha con pasiones y deseos y corona esta hazaña con pureza y falta de pasión.

Y así es la nueva criatura, adecuada para el nuevo cielo y la nueva tierra.  Estaremos celosos y seguiremos a los Santos de Dios. Cómo hacer esto: el presente Evangelio enseña: requiere la confesión de la fe en el Señor, un amor preferencial por Él, que levante la cruz de la abnegación y el sentimiento de toda renuncia. Comencemos por seguir esta instrucción”.

(San Teòfano, el Recluso)

Honramos a todos ellos:  tanto como a los Profetas, Apóstoles, Mártires, Confesores, Pastores, Maestros, y Santos Monacales (tanto hombres como mujeres) y su número se va multiplicando agregándose a los coros de los Santos, desde el tiempo de Adán hasta el fin de los tiempos, glorificando a Dios Santo así como a los órdenes angélicos, y especialmente a nuestra Señora y Madre de Dios y Siempre Virgen Maria.

A todos ellos festejamos hoy, con este banquete eucarístico. Es la cosecha de la venida del Espíritu Santo en el mundo; es el “gran fruto” que dio a luz: “Ciertamente les aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo. Pero si muere, produce mucho fruto.” (Juan 12:24) .

Es la glorificación de los Santos como “la base de la Iglesia, la perfección del Evangelio”, pues ellos cumplieron con lo dicho por Él Salvador.

Te acompañamos a Cantar los Troparios del domingo y de la Fiesta:

Himno Dominical – Tono VIII 

Descendiste desde las alturas, oh compasivo, aceptaste ser sepultado por tres días, por salvarnos de nuestros sufrimientos. Vida y resurrección nuestra, Señor, gloria a Ti.

Tropario De Todos los santos – Tono IV 

Por todo el mundo Tu Iglesia, oh Señor, es adornada con la sangre de Tus Mártires,   como con la púrpura y el lino fino, a través de ellos Ella te clama, oh Cristo, envía Tu generosidad sobre Tu pueblo, concede la paz al mundo y a nuestras almas la gran misericordia.

Kondaquio de Todos los Santos – Tono VIII 

A Tí , oh Señor, el Autor de la creación, el universo te ofrece a los mártires portadores de Dios como los primores de la naturaleza. Por sus oraciones, y por medio de la Madre de Dios, preserva a tu Iglesia en profunda paz, oh Misericordiosísimo.

 

Fuente: iglesiaortodoxaserbiasca.

 

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