Nueva ley federal promete la muerte de libertad religiosa por prohibir resistencia a homosexualidad y el aborto

Kenneth Craycraft

 

El Congreso de los EEUU ahora va a votar en la —Ley de Igualdad— y en la —Ley de No Hacer Daño—, consagrando los —derechos— ilimitados de homosexuales y transgéneros y de hecho haciendo aborto ilimitado a pedido la nueva ley del país. Bajo esta ley nueva, exenciones religiosas no se permitirán.  

 

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Dos proyectos de ley se han quedado entre la Cámara demócrata y el Senado republicano durante los últimos dos años. Ahora que Joe Biden es presidente y las dos cámaras están bajo el control de demócratas, estas dos leyes, la Ley de Igualdad y la Ley de No Hacer Daño  probablemente serán firmadas como leyes muy pronto.

La Ley de Igualdad enmendaría la Ley de Derechos Civiles para prohibir discriminación sobre la base de orientación sexual e identidad sexual pero también llevaría a cabo el deseo mucho combatido de la industria de abortos de establecer abortos como —asistencia médica— oficialmente y legalmente por prohibir —discriminación de embarazo—. La ley exige que acceso a —tratamientos— para embarazo no sea diferente que acceso a cualquier otro tipo de tratamiento médico para cualquier otra —afección física—. Pero todo esto es lenguaje en código para la implementación de una política nacional vigorosa de abortos a pedido para cualquier o ningúna razón.

 

 

Por hacer del aborto —asistencia médica— y por declarar que ninguna persona experimentará discriminación en acceso a tal asistencia, la Ley de Igualdad haría oponerse a acceso de abortos equivalente moralmente a oponerse a diálisis, quimioterapia, suturar una herida, o encajar un hueso roto; si no hay una discusión moralmente seria contra encajar una fractura, no puede existir una discusión moralmente seria contra proveer abortos. En el aniversario de Roe v. WadePresidente Biden llamó el aborto —asistencia médica— y repitió que él quiere hacer Roe v. Wade la ley del país, quitando cualquier duda de su compromiso a la Ley de Igualdad.

La Ley de Igualdad también prohibiría ciertos tipos de tratamiento psicológico o psiquiátrico, incluyendo cualquier tratamiento de descontento de sexo que no conforma completamente con la ideología de identidad sexual extrama. Terapias de hormonas para —confirmación— de sexo y cirugías que mutilan también serán protegidas como —asistencia médica— bajo el mismo análisis que el aborto del que acabamos de explicar. Y la Ley obligaría a escuelas y conferencias atléticas a permitir a hombres biológicos a competir contra mujeres biológicas en competencias atléticas. El primer día de su presidencia, Biden hizo pública un orden ejecutivo ordenando a todas las agencias administrativas aplicables a imponer tal agenda.

Aunque la Ley de Asistencia Asequible de la era Obama contenía provisiones para el rechazo por creyentes religiosos (si bien es cierto que eran en buena parte inadecuadas), la Ley de Igualdad niega tales excepciones. La Ley provee explícitamente que —La Ley del Restablecimiento de Libertad Religiosa no puede proveer una solicitud (a esta ley nueva) ni una defensa (que alguien podría usar para conseguir una exención). Ni puede —proveer una base para desafiar la aplicación ni el cumplimiento— de la Ley.

Cualquier miga de libertad religiosa que se podría haber quedado después de la promulgación de la Ley de Igualdad, probablemente sería barrida por la Ley de No Hacer Daño, un proyecto de ley más completo que haría anodina la Ley del Restablecimiento de Libertad Religiosa (LRLR). Para repasar, LRLR fue promulgada por Presidente Clinton en 1993 como una correción legislativa a la decisión División de empleo de Oregon v. Smith (el caso así llamado —peyote—), en el que el Tribunal negó eximir ciertas prácticas religiosas de leyes aplicables generalmente que las prohiben. Es bajo la LRLR federal y leyes parecidas LRLR de los estados que panaderos, floristas, fotógrafos, y otros han buscado protección de ser forzados a participar y así aprobar habla y rituales moralmente desagradables.

Como una senadora, Kamala Harris era una proponente importante y una defensora activa de la versión del Senado de la Ley de No Hacer Daño, el propósito de la cual es quitar esencialmente las protecciones que LRLR provee a creyentes religiosos sin revocar la LRLR en realidad. Por ejemplo, la Ley dice que la LRLR —no debe ser interpretada para autorizar una exención de una ley aplicable generalmente que impone opiniones religiosas, hábitos, o prácticas de un grupo sobre otro.— Superficialmente esto suena benévolo o aun noble. Pero el propósito del lenguaje es forzar a una empresa a financiar el aborto, los anticonceptivos, o cirugía de transición sexual para sus empleados sobre la objeción religiosa del dueño de la empresa. Para conceder una exención a una empresa de leyes que por lo demás exigen tal cobertura sería permitir que la empresa —imponer….opiniones religiosas— en los empleados de la empresa. Así las opiniones religiosas del dueño de la empresa (—libre ejercicio— de religión, por ejemplo) serían abreviadas por la Ley de No Hacer Daño.

De modo parecido, intentando revocar los efectos del caso del Tribunal Supremo Masterpiece Cakeshop v. Comisión de Derechos Civiles de Colorado, la Ley quitaría exenciones religiosas de leyes aplicables generalmente si una exención —impone daño significante, incluyendo daño a la dignidad, a una tercera persona— (énfasis añadido). El propósito de esta provisión es forzar a gente como Jack Phillips y otros dueños de empresas de situaciones semejantes a crear arte que aprueba – o aun participa en – bodas homosexuales u otros eventos a los que tienen objeciones religiosas, para que no causen —daño a la dignidad— de clientes potenciales. Otra vez, la libertad religiosas del florista, panadero, o fotógrafo sería amenazado por la Ley de No Hacer Daño.

Finalmente, la Ley proscribiría exenciones a leyes aplicables generalmente si la exención —permitiría discriminación contra…personas quienes no pertenecen a la religión o no se adhieren a las creencias de los a quienes se da la exención—. Esta es la provisión más sospechosa de la Ley porque parece ir directamente en contra del caso unánime del Tribunal Supremo en 2012, Iglesia y escuela Luterana Evangélica Hosanna-Tabor v. EEOC, que estableció una —excepción ministerial— a unas leyes contra discriminación en el trabajo para empleadores religiosos. La esencia de Hosanna-Tabor es que el gobierno no es capaz ni autorizado a decidir quién una iglesia, sinagoga, mezquita o escuela afiliada puede contratar como pastor. Se podría razonablemente leer la Ley de No Hacer Daño para exigir que una Iglesia Católica ordene a una mujer como sacerdote, por ejemplo, bajo leyes que prohiben discriminación en la base del sexo. O se podría usarla para impedir que una escuela Católica despida a un maestro quien publicamente recomienda posiciones morales o participa en actividades que son contrarias a las enseñanzas de la Iglesia.

Si estas leyes son firmadas y aprobadas, que parece ser muy probable, la aplicación por Biden de estas y otras leyes religiosamente discriminatorias será afectada enérgicamente por su vicepresidente, Kamala Harris, y por su Secretaria de Servicios Humanos y Salud,  Xavier Becerra. Como una senadora, Harris abogaba por ambas leyes. La historia de Becerra como Procurador General de California y su interposición de acción judicial contra personas y grupos en la base de sus opiniones religiosas es muy bien establecida.

En la administración de Biden, Servicios Humanos y de Salud se tratará menos de salud pública y más de la imposición de póliticas sociales seglares y divisivas. La Ley de Igualdad y la Ley de No Hacer Daño serán los garrotes por los que la administración lleva a cabo estas políticas.

 

Fuente: russian-faith.com

 

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