Sobre la Liturgia de los Dones Presantificados

 

LA DIVINA LITURGIA

DE LOS DONES PRESANTIFICADOS

De nuestro Padre entre los Santos

San Gregorio el Dialoguista – Papa de Roma.

 

EXPLICACIÓN

La Santa Iglesia celebra durante el año, básicamente tres Divinas Liturgias: La Liturgia de San Juan Crisóstomo (la cual se celebra durante la mayor parte del año), la Liturgia de San Basilio el Grande (la cual se celebra en el día de San Basilio, en todos los domingos de la Gran Cuaresma y el Sábado Santo) y la Liturgia de los Dones Presantificados de San Gregorio el Dialoguista, Papa de Roma (la cual se celebra solamente durante la Gran Cuaresma).

CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DE ESTA LITURGIA

Las características principales que distinguen a ésta Liturgia de los Dones Presantificados de las dos anteriores, es que:

  1. se celebra solamente durante la Gran Cuaresma, y dentro de ella solamente de lunes a viernes (ya que los sábados y domingos se celebran las Liturgias de San Juan Crisóstomo y San Basilio el Grande respectivamente).

  2. en ella no se consagran los Santos Dones, sino que el Cuerpo y Sangre de Cristo con el que el clero y fieles comulgan en esta liturgia, ya fueron santificados en la Liturgia del domingo anterior. Es por eso que se llama de los Dones Presantificados.

SOBRE LA GRAN CUARESMA

La Santa Iglesia dispuso durante todo el año días de ayuno y abstinencia, en los cuales el creyente se ocupa, con esfuerzo, por la salvación de su alma.  Y la Gran Cuaresma es el más importante de los cuatro períodos de ayuno que tiene el año.

El ayuno es el período en el que nos abstenemos de alimentos derivados del animal, como la carne y los lácteos. El propósito de abstenernos de estas comidas pesadas, es alivianar nuestro cuerpo para que el mismo esté mejor dispuesto hacia la práctica de la oración, hacia la contemplación de uno mismo en un estado de confesión y arrepentimiento, y hacia la práctica de las virtudes evangélicas.

La principal tarea de la Gran Cuaresma consiste en contemplar de una manera atenta y concentrada a tu vida, a tu alma, a las relaciones entre nosotros y nuestro prójimo. Y así comprender qué es lo que obstaculiza la unión de nuestra alma con el Señor Dios. Qué impide que se consuma esta unión, la cual es la meta más importante en nuestras vidas. Y el resultado de la Gran Cuaresma debe ser la destrucción de toda barrera entre nuestra alma y Dios, el restablecimiento de la comunicación entre nosotros y nuestro Padre Celestial.

Como la Gran Cuaresma es un período de compunción y de recogimiento, durante la semana de lunes a viernes no se celebra la Divina Liturgia eucarística (es decir, con consagración de los Dones). Entonces, para ayudar a los fieles a sostener su esfuerzo espiritual durante la Cuaresma, se oficia la Liturgia de los Dones Presantificados. De esta forma, la Liturgia de los Dones Presantificados representa el oficio para que el fiel comulgue durante estos días de especial recogimiento. Este oficio es muy antiguo. Se sabe de él en forma oficial en los cánones eclesiásticos del siglo séptimo, lo que obviamente indica que su desarrollo fue mucho más temprano

QUÉ DÍAS SE CELEBRA ÉSTA LITURGIA

Se celebra, como dijimos, solamente durante la Gran Cuaresma, especialmente los días miércoles y viernes, y nunca los días sábados y Domingos (ya que los sábados y domingos son días “festivos” y por ende se celebran las otras dos liturgias: el sábado se celebra la liturgia de San Juan Crisóstomo y el domingo la Liturgia de San Basilio el Grande). También es celebrada el día jueves del Gran Canon (Día jueves de la Quinta Semana de la Cuaresma).

También se acostumbró celebrarla -durante la Gran Cuaresma- en la conmemoración de algunos santos -si no cae la fiesta un día Sábado o Domingo-: Día 23 de Febrero: San Jaralambos, día 9 marzo: El Primero y Segundo Hallazgo de la Cabeza de San Juan ‘El Bautista’, día 22 de Marzo: Los Cuarenta Santos Mártires de Sebastia, así como también en cualquier fiesta local, y los días Lunes , Martes y Miércoles de la Gloriosa Semana Santa, y en cualquier otro día indicado por el Tipikón. Además, este Oficio está siempre ligado al Servicio de las Grandes Vísperas.

 

CÓMO SE PREPARAN LAS OFRENDAS

La Preparación de las Ofrendas, “la Santa Oblación”, para las Liturgias de los Dones Presantificados, se hace en un día Sábado o Domingo, en la Liturgia de San Juan Crisóstomo o de San Basilio el Grande, durante la “proskomidia” (la primera parte de la Liturgia, en la que se prepara la Ofrenda, es decir el Pan y el Vino que serán transubstanciados en Cuerpo y Sangre de Cristo durante la Liturgia).

ORACIONES ESPECIALES DE ESTA LITURGIA

Luego de la primera de las dos lecturas del Antíguo Testamento, el sacerdote sale al ambón con el inciensario y una vela, y dice:

Sabiduría, estemos atentos: La Luz de Cristo ilumina a todos

Luego de la segunda de las lecturas, el sacerdote inciensa el altar mientras canta:

Que mi Oración se enderece como incienso ante Ti, y la elevación de mis manos sea como Ofrenda Vespertina.

Luego, al final de estos cánticos, el sacerdote reza la oración de San Efrén el Sirio:

¡Oh, Señor y Soberano de mi vida! No me des espíritu de ociosidad, de desaliento, de amor al mando y vanilocuencia.

Espíritu de castidad, humildad, paciencia y amor, concede a mí tu siervo.

¡Oh, Señor Rey! concédeme ver mis propios pecados y no juzgar a mi hermano, porque eres bendito por los siglos de los siglos. Amén.

Luego, en la Gran Entrada, en vez de cantar el Himno a los Querubines se canta:

Hoy las fuerzas celestiales invisiblemente celebran junto con nosotros. Pues ahora viene el Rey de la Gloria. Ahora se escolta el sacrificio místico ya ofrecido.

Con fe y amor, acerquémonos para ser partícipes de la vida eterna. Aleluya, aleluya, aleluya.

Después de la letanía y más oraciones, se reza el Padre Nuestro. Luego los fieles reciben la Santa Comunión mientras se canta el versículo del Salmo 34: Gustad y ved cuan bueno es el Señor, Aleluya.Luego se cantan los himnos después de la comunión, y los fieles son despedidos con una oración a Dios quien “nos ha traído hasta estos santos días para purificar nuestras almas y cuerpos de las pasiones,” a fin de que nos otorgue su bendición para que podamos “luchar la buena lucha, completar el tiempo de ayuno, hasta llegar a  adorar la santa resurrección de Cristo.”

Compilado por el Presbítero Esteban Jovanovich

Con agredados del Texto:

– Explicación de la Divina Liturgia de los Dones Presantificados

 

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